- Entre 8 y 10 puñados de patatas de bolsa (dependiendo de cómo sea el molde que usemos)
- 5 cucharadas de margarina
- 1/4 de taza de harina integral de trigo
- 4 cucharadas de maizena
- 1 taza de nata vegetal (yo uso sojasun)
- 1 tableta de chocolate negro para repostería
- 1 cucharadita de extracto de vainilla
- Una pizquita de sal
- 1 taza de pistachos (unos 200 gramos aprox.)
Preparación:
Precalentamos el horno a 200 grados. Trituramos las patatas de bolsa hasta que queden reducidas lo máximo posible. Añadimos la margarina y la harina, con la batidora de mano hacemos una masa. La ponemos en un molde de los que se abren por la base, aplastándola muy bien, como las bases de galletas, y horneamos unos 10 minutos, hasta que adquiera un color tostado y un aspecto ligado.
Mientras la base está en el horno, realizamos la cobertura de chocolate del siguiente modo: cortamos el chocolate en trozos lo más pequeños posibles (podemos rallarlo, o usar las onzas precortadas) y lo metemos en un bol hondo, ponemos la nata a hervir, cuando esto se produzca, la añadimos sobre el chocolate, y dejamos que lo caliente durante unos minutos; tras eso, movemos enérgicamente para que el chocolate se funda sin ningún grumo. Añadimos la maizena, la vainilla y un poquito de sal. Vertemos la cobertura sobre la base enfriada, repartiéndola uniformemente. Volvemos a introducir en el horno, durante unos 15 minutos. Mientras tanto, pelamos los pistachos y los pasamos por el mortero. Sacamos la tarta del horno, decoramos con los pistachos y la dejamos reposar en el frigorífico durante un par de horas al menos (primero que se enfríe a temperatura ambiente, no debemos introducir cosas calientes en el frigorífico).
