- Una placa de masa quebrada
- Cebolla confitada
- Compota de manzana
- Nueces peladas y machacadas
- Azúcar glas
- Leche vegetal
Preparación:
Precalentamos el horno a 190 grados. Espolvoreamos azúcar glas en una superficie muy limpia, sobre la cual extendemos la placa. La cortamos en rectángulos largos de tamaño lo más homogéneo posible. Rellenamos la mitad de los rectángulos con un poco de cebolla confitada, un poco de compota, y algún trozo de nuez, dejando los bordes sin nada para poder cerrar sin problemas. Cerramos los rectángulos sobre sí mismos, apretando los bordes con ayuda de un tenedor, podemos usar un poco de agua para que se sellen bien los bordes. Con un pincel, pintamos de leche vegetal las empanadillas para que se doren en el horno, donde las introducimos hasta que estén bien hechas, unos diez o quince minutos más o menos.
