- Una taza de soja texturizada fina
- Una cebolleta
- Dos dientes de ajo
- Un calabacín
- Una berenjena
- Un pimiento
- Un tomate maduro
- Un puñado de champiñones
- Placas de lasagna
- Vino blanco
- Tomate frito
- Tahín
- Leche de soja
- Harina
- Aceite
- Sazonador de pollo
- Sal
Preparación:
Rehidratamos la soja texturizada durante un buen rato. Precalentamos el horno a 200 grados. Mientras, picamos las verduras muy finas, lo más que podamos, y las pochamos a fuego medio-bajo en la sartén. Cuando estén blandas, colamos la soja texturizada, y la añadimos a la sartén con un chorrito de vino blanco, una cucharada de tahín y tomate frito. Especiamos con sal y una cucharadita de sazonador de pollo (o con las especias que más nos gusten). Lo dejamos a fuego bajo unos minutos, removiendo de vez en cuando. Mientras, preparamos una bechamel con un vaso de leche de soja, dos cucharadas de harina y un chorro de aceite, batimos en la batidora para que quede sin grumos. En un molde del tamaño más cercano a la lasagna que queramos montar, preparamos las placas según las instrucciones (las hay precocidas y las hay que debemos cocer): ponemos una capa de placas, relleno, otra capa, relleno, así hasta que la cerremos. Cubrimos con la bechamel e introducimos en el horno durante un cuarto de hora.
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