- 350 ml de leche de soja
- 250 gramos de panela
- 150 ml de aceite de oliva
- 340 gramos de harina integral
- 2 cucharadas colmadas de cacao en polvo sin azúcar
- Un sobre de levadura
- Zumo de limón
- Mermelada al gusto (moras, albaricoque...)
- Chocolate de repostería para fundir
- Chips de chocolate o decoración al gusto
Preparación:
Hay dos maneras de hacerlo: o montamos dos tartas iguales y ponemos el relleno en el medio, o hacemos una más gruesa y la cortamos por la mitad usando el truco del hilo dental (cuando la tarta esté fría, cortarla muy despacio usando un hilo dental tenso).
Por de pronto, precalentamos el horno a 200 grados.
Ponemos en un bol la panela, la harina, la levadura y el cacao en polvo, y añadimos el aceite, la leche de soja y el zumo de limón, mezclando vigorosamente hasta que la mezcla quede perfectamente trabajada y sin grumos. Horneamos durante 25 o 30 minutos, hasta que esté limpio el cuchillo (ya sea repartiendo en dos moldes iguales la mezcla, o poniendo todo en un solo molde).
Sacamos del horno y dejamos enfriar totalmente. Si hemos optado por dos tartas iguales más finas, ponemos mermelada sobre una de ellas y cubrimos con la otra. Igualmente, si hemos hecho una sola más gruesa, cortamos muy despacio por la mitad y entre medias ponemos la mermelada. Finalmente, fundimos chocolate de repostería y lo repartimos encima de todo, decorando a nuestro gusto con chips de choco, coco rallado, moras, o lo que más nos guste.
Podemos hacer una versión súper-choc sustituyendo la mermelada interior por una capa extra de chocolate.
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